Para todos aquellos que han estrenado piscina estos últimos meses, o van a estrenarla en breve, os hacemos unas recomendaciones básicas pero fundamentales.
pH
Con él podemos conocer la acidez del agua de la piscina.
El pH debe estar entre el 7,2 y el 7,6%. Es algo que debemos medir y controlar regularmente.
Sin el pH correcto los demás productos de mantenimiento para el agua de piscina no tendrán la efectividad adecuada.
Se puede medir bien con un kit de analizador o con un medidor electrónico.
CLORO
El cloro es un elemento químico necesario en el agua de piscina porque actúa como desinfectante.
Su valor debe estar entre 0.5 y 2 ppm.
Añadir cloro y tener la dosis correcta es fundamental para evitar problemas en el agua. Sobre todo después de un día de lluvia tan típico de algunos climas como el gallego.
Igual que para el pH hay disponibles varios tipos de medidores que nos facilitarán este control rutinario.
SAL
Si nuestra piscina es de sal, debemos saber que el porcentaje de sal debe estar entre un 5% y un 6% del volumen de la piscina. O lo que es lo mismo, entre 5 y 6Kg por m3
En Calefón se dispone de sal especial piscina en sacos de 25 Kg.
INVERLONG
Se trata de un producto específico para tratar y mantener el agua de la piscina durante los meses de invierno.
Muy recomendable en piscinas de gran volumen.
ALCALINIDAD
Es una medida que nos indica la capacidad del agua para neutralizar un ácido. A mayor alcalinidad del agua, mayor será el pH.
Por ello, el valor ideal que debe tener la piscina está entre 125 y 150 ppm.
DUREZA DEL AGUA
Es la cantidad de calcio disuelto en el agua de la piscina.
Un valor demasiado bajo de calcio puede producir picaduras en el vaso de la piscina y corrosión en las partes metálicas y accesorios de la piscina.
Por el contrario, un exceso de calcio puede enturbiar el agua, manchar las superficies y formar escamas.
El valor ideal de éste deber estar entre 175 y 300ppm.